Ya son dos años...

Hoy cumplo dos años en Mexicali.

Ya son dos años desde que bajé de aquél avión de Aviacsa. De que el pinche calor me recibió con una bofetada en la cara, y una patada en los huevos.

Ya son dos años desde que dejé de vivir con mi familia. ¡qué loco, loquísimo!

Han pasado muchas cosas mientras he estado aquí, conocí amigos, amigas, saqué mi Visa, tramité mi tarjeta de crédito, viajé a los EEUU, hallé el amor (¿o me halló a mi?) de de una manera por demás extraña, ella estando a 3000 kilómetros de distancia (te amo muchísimo).

Conocí lugares, fuí a la playa, pasé frío, pasé calor, me insolé, caí en el hospital, me enfermé, fui al gym, aprendí a ser más sociable, aprendí a escuchar mejor.

Me di cuenta que aunque siempre había dicho que me gustaría vivir lejos, no se compara el deseo con el hecho. Aprendí lo que es extrañar realmente a mi familia, a mi madre (te quiero mucho), a mi tía, a mis primos, mis sobrinitos.

Aprendí que las personas pueden alejarse de tí, o te puedes alejar de las personas aún sin desearlo.

Aprendí también que no has sentido realmente calor hasta vengas a Mexicali en verano, jojo, y que jugar fútbol a 42°C no es nada chido.

En fín, han sido dos años muy chidos, no me arrepiento de nada. Ahora, a seguir trabajando.

Abur.