julio 03, 2008

Otro día

Hoy traje dos emparedados para desayunar en el trabajo -claro, sentado en mi lugar, violando las reglas impuestas, como debe ser-, y un yogurt dan-up de fresa, claro no de los que te encogen la mano como en el comercial.

Hace calor, pero no un calor así como el de ayer: sofocante, seco, de esos que hacen que los ojos te ardan aún guareciendote en la sombra. El calor de ahorita es húmedo, cortesía de la próxima a ser depresión tropical "Douglas", lo malo es que este calor te hace sudar como puerco (no sé por qué la expresión, si los cerdos ni sudan), y luego sales tantito y ya estás así completamente empapado en sudor.

Es bueno trabajar alejado de la intemperie, de los 42 grados centígrados a los que yo supongo estamos en estos momentos (unos 6 grados menos que ayer).

¿En mi trabajo? ¡Pfft! ya saben, arreglando errores, ingiriendoagua como si la vida se me fuera en ello, leyendo el libro de hoy (y de probablemente esta semana entera), el Psicoanalista.

Me retiro, a ver si al rato publico algo más.

Abur.

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