Mexicali no me quiere...

Mexicali está viva, es una ciudad que aunque muchos piensan que está conformada por sus habitantes, no es cierto. Está viva, tiene consciencia y no me quiere.... o eso pensaba yo hasta hace -muy- poco.

¿Mis razones? Aquí están:

Mexicali sabe que yo extraño mucho el DF, sabe que me encantan muchas cosas de allá, y trata de igualarlas con asombrosa precisión. Pero sobre todo, sabe que me encanta la lluvia.

Mexicali, siendo una ciudad desértica, en donde el promedio de lluvia es de 6 pulgadas por año. ¡Seis míseras pulgadas por año!, o sea 15.24 cms de lluvia caen en un año promedio en Mexicali. Y bien, es cierto que aquí no llueve mucho, yo digo que Mexicali se empeña en privarme de eso, del sentimiento de salir del trabajo y sentir que gotas de lluvia caigan sobre mi cara....

Ahh, pero hay un truco, Mexicali sólo niega la lluvia mientras estoy en Mexicali.... pues cuando salgo de ella para visitar el DF, al otro día siempre me encuentro con que llovió y bien fuerte -ya van 3 veces que pasa esto ¡seguidas!-, en mi cumpleaños, en mis vacaciones en Julio, y el sábado pasado... sad*.

Pero, si recuerdan hace unas líneas escribí que eso era lo que pensaba... pues así es, ahora pienso de manera diferente, me han abierto los ojos, alguien me dijo: "¡pues si, Mexicali llora porque te vas!" y ahora, veo todo de una manera totalmente diferente.... Mexicali llora por mi partida cada vez que salgo de ella.

Si Mexicali llora, entonces, me extraña, y por consiguiente me quiere mucho, entonces, lo que hace al privarme de la lluvia es ayudarme a no anhelar la lluvia, a aceptar que ya no estoy en el DF. Trataré de aprender más de Mexicali y sus raras formas de mostrar afecto.