abril 20, 2007

Dias Gloriosos

Hoy, cuando menos el inicio del día no pinta como Frida Kahlo; ¿por qué? se preguntará el público que está a la espera. Yo contesto: porque hoy amaneció nublado, nublado y húmedo el clima de Mexicali, algo que no es muy normal por aquí. Yo esperaría que lloviera; ¡cómo me gustaría eso! en serio.

Si ése es el caso, yo saldré y miraré hacia arriba mientras llueve. Y por unos efímeros momentos me olvidaré que nos esperan unos meses de calor extremo aquí en Mexicali.

Hablando de llover, anoche tuve un sueño raro:

Estaba yo en el DFctuoso, y al parecer acababa de bajar del avión, pero como no había nadie allí, yo me iba por metro hasta mi casa, aunque al llegar a la estación de dicho transporte colectivo, todo parecía surreal, las luces estaban medio apagadas (o medio encendidas, como lo quieran ver), bueno el caso es que me equivocaba de direccion al bajar al andén, y tenía que cruzar por las escaleras que pasan encima del tunel del metro para ir en la dirección correcta.

Olímpicamente de este momento, me salté el viaje de regreso y mágicamente aparecí en mi casa (o talvez simplemente no recuerdo qué paso en el trayecto). En ya en ella, de repente me hallé en el patio de mi casa, viendo tele, en una televisión ya viejita que era de mi abuelita, solo que ésta tenía control remoto (qué loco, a lo mejor fue 'pimpeada'), bueno, el caso es que al parecer, dos de mis primos iban a viajar en avión y yo verificaba que faltaba mucho para ir a dejarlos al aeropuerto. En efecto, todavía había tiempo.

Pues bien, yo seguía viendo la telera, y de repente empezaba a llover (recuerden que yo estaba en el patio), primero muy poco, y conforme iba arreciando la lluvia yo solo notaba eso, además podía sentir las gotas de agua correr por mi cara, junto con el viento de la tormenta. De repente me cayo el veinte, y vi que la telera seguía encendida (siempre bajo la lluvia), entonces yo trataba de apagarla con el control remoto (para entonces ya estaba de pie junto al sillón en el que estaba sentado). No se apagaba -'ya que', yo pensé- y me paraba atras del sillón, metía mis manos a las bolsas y dirigía mi mirada al cielo, para que me cayera mejor el agua, en estos momentos, mágicamente mis ropas no estaban empapadas.

No se si fue la tele al contacto con la lluvia o algo más, pero la luz se fue en toda la casa, aunque probablemente también se haya ido en la colonia, y yo caía en la cuenta que la tele podría dañarse con la lluvia. Me dirigí al cobertizo, junto al cuarto oscuro e inicié la búsqueda de un pedazo de plástico lo suficientemente grande como para cubrir la tele, no se por qué fui específicamente allí. Estaba en lo mío cuando recordé que teníamos que ir dejar a mis primos. Yo entraba preguntando, qué hora es, y mi primo Ari Ben me contestaba tranquilamente, las 6:25. ¡Las 6:25!, ¿en serio? a lo que el contestaba -siempre tranquilamente- 'Si', ¡no maaaa!, la tormenta se armó al instante, pues ellos tenían que estar a las 7 en el aeropuerto, yo empezaba a decir profanidades, a diestra y siniestra, eso si, nunca maldiciendo a nadie.

Mientras subía las escaleras y me disponía a cambiarme la ropa, que estaba empapada, -Cuando entré al cobertizo a buscar el plástico, mágicamente me di cuenta que mi camiseta estaba completamente escurriendo-, mi tío me habló desde abajo y yo me asomé por las escaleras, después él me dijo, en la quincena te pago lo de los boletos, y yo: Si, no te preocupes.

Me di la vuelta, caminé a mi cuarto, y mi celular me extraditó al mundo en que todos vivimos, llamado realidad.

Sueños raros, este es el primero que recuerdo casi en su totalidad desde que estoy en Mexicali.

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