diciembre 09, 2008

Nada de nada

Pues, bien, nos cambiaron de lugar por equipos, algo así como los ejercicios que hacías cuando estabas en la secundaria o en la primaria. O cuando después de cierto tiempo, el maestro o la maestra hacía un examen para "catalogar" y diferenciar los "listos", de los "burros". Una vez me tocó en el segundo grupo, y fue el peor día de mi vida... hasta ese entonces. Y decidí no volver a caer en esas cosas.

Ahora, estamos más cerca de los productores y del jefe, como cuando de chico te sentaban cerca del maestro para que estuvieras bajo constante vigilancia, sólo que ahora no es vigilancia, sino que quieren ver más de cerca los avances de nuestros proyectos para Windows Mobile. Bueno, creo que sí es vigilancia U_U.

De todas maneras, sigo teniendo mi monitor plano, y el mismo acomodamiento que tenía en mi antiguo escritorio, que ahora es escritorio de alguien más que no soy yo (qué forma de filosofar, caray). Cuando menos ahora estoy cerca de una ventana que da hacia un callejón con una pared igual o más alta que el edificio donde trabajo, sólo que del lado contrario a donde estoy yo, así que no puedo ver gran cosa. A menos que consideren gran cosa a un edificio derruído y casi en ruinas como Stonhenge sólo que sin el paso de 30 siglos.

Y el frío ya se soltó, ayer tenía frío cuando fui a comer tacos a un asadero en la avenida las Américas. Ah, el lenguaje cachanilla, es como tratar de hablar con un japonés, sólo que sin que hable japonés. Digo, hablan rapidísimo, y contraen las palabras de formas que yo jamás habría pensado fuera posible. Pero aún así me cayó bien el "vato".

Y yo, seguiré trabajando.

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