Ayer fui a un billar a festejar el cumpleaños del buen amigo, Nereo, y en los tres juegos que jugué (valga la redundancia) por parejas, sólo metí una bola en una de las buchacas, eso sí, metí la bola blanca como 4 veces. Ya no rifo.
Qué tiempos aquéllos en los que ir al billar era la neta del planeta. En los que todavía podía dar batalla. Ahora ya no puedo, ahora estoy oxidado, tendré que practicar más.
Qué tiempos aquéllos en los que ir al billar era la neta del planeta. En los que todavía podía dar batalla. Ahora ya no puedo, ahora estoy oxidado, tendré que practicar más.
1 comentario:
El tiempo no pasa en balde... saludos ka
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