enero 18, 2008

Caldo de pollo

Ah qué rico es comer caldo de pollo, ya había olvidado las propiedades curativas de éste manjar.

Como todos supondrán de manera correcta, hoy a la hora de los comerciales (o la comida, el recreo, descanso, etc.) pedí un caldo de pollo para comer, en el restaurante de doña Carmelita, lugar al que media empresa al menos, ha visitado una vez en el tiempo que llevamos en las nuevas oficinas.

¡Ah como extrañaba el sabor del caldo de pollo! Fué revitalizante, me llenó, más no quedé todo empanzonado, jeje. Me encantó, en serio, me encantó.

Ahi la ven, seguiré poniendo updates en tiempo real de mi mala suerte con los gérmenes. Todo por no usar gorrito....

1 comentario:

Trisha Kross dijo...

yo ayer estuve todo el dia en cama, me hubiera gustado comer un caldito de pollo tambien =(